Dato curioso #6: La nariz, las orejas, el cabello y las uñas… ¡Nunca dejan de crecer!


Desde que nacemos, nuestros ojos siempre tienen el mismo tamaño, pero nuestra nariz y orejas no dejan nunca de crecer. Los tejidos cartilaginosos que componen la nariz y las orejas, son los únicos que no dejan de crecer después de que el individuo haya pasado la pubertad y adolescencia y se haya convertido en adulto. Es por eso, que estas características físicas del individuo se acentúan en la vida adulta y son mayores en edad avanzada de cuando lo eran en edad media o cuando eran aún más jóvenes. Junto a ello, la cara también tiende a un encogimiento porque los músculos de la masticación se atrofian con la pérdida de dientes.

Además, las uñas y el cabello nunca dejan de crecernos; esto debido a la multiplicación de células, gracias a la corriente sanguínea. De hecho, existe en mito de que crecen incluso después de la muerte, lo cual es falso, por su puesto: cuando se muere ya no hay circulación sanguínea, el crecimiento de cabello y uñas es imposible.

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